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Una amistad inolvidable

de Luc Jacquet

Estreno 07/11/2008

Extras

  • Biografía del director
    Luc JACQUET, director

    Desde su infancia, Luc Jacquet ha pasado mucho tiempo recorriendo las montañas del Ain (al sur del macizo montañoso francés del Jura). Primero siguiendo los pasos de su familia que le transmitió la pasión por la Naturaleza, y luego por su propia cuenta por amor a la aventura y a los descubrimientos.
    El mismo confirma que le gusta "perderse", deambular por los bosques, por el solo placer de descubrir cosas nuevas. Así aprendió a sumergirse en la Naturaleza para observar el mundo secreto de los animales y las plantas a través de las estaciones.

    De estudiante, le interesó el plano científico. En 1991 se licenció en biología animal por la Universidad Lyon I. En 1993, hizo una tesis en Gestión del Habitat Natural en las Montañas que presentó en la Universidad de Grenoble. Durante su formación como científico, participó en muchos viajes de campo cuyo fin era estudiar el comportamiento animal y la ecología de las especies.

    Fue durante su formación científica cuando tuvo la oportunidad de realizar su primer viaje a la Antártica que duró 14 meses. A los 24 años, se embarcó en una misión ornitológica polar del CNRS (Centro Nacional de Investigaciones Científicas) y vivió en la base francesa Dumont d'Urville.

    Durante esta misión, también desempeñó labores de cámara para la película El Congreso de los pingüinos del productor suizo H.U. Schlumpf. Fue allí donde descubrió su pasión por las imágenes: abandonó el programa científico y, alentado por H.U. Schlumpf, inició su carrera cinematográfica como cámara de documentales de vida salvaje. Después de ser cámara y ayudante de dirección, Luc Jacquet se pasó a la dirección.
    La mayor parte de sus documentales los dirigió en la Antártica o en las islas del Sur: fascinado por esas tierras mágicas, pasó un total de tres años a 40 grados latitud sur.

    De todas esas estancias en el sexto continente, surgió su primer largometraje titulado El viaje del Emperador, la maravillosa historia de los pingüinos emperadores que sobreviven en el clima más inhóspito del planeta.
    Tras el éxito mundial de su primera película, Luc Jacquet dirige un proyecto que ansiaba realizar desde hacía mucho tiempo. Se trata de un recuerdo autobiográfico: el encuentro de un zorro y un niño.
  • Filmografía del director
    CINE

    • UNA AMISTAD INOLVIDABLE 2007
    • EL VIAJE DEL EMPERADOR 2005

    TELEVISIÓN

    • DE PINGÜINOS Y HOMBRES 2004 codirigido con J. Maison
    • ANTÁRTIDA PRIMAVERA EXPRESS 2004
    • BAJO EL SIGNO DE LA SERPIENTE 2004
    • LA GARRAPATA Y EL PÁJARO 2001
    • PENGUIN BAYWATCH 2000
    • EL LEOPARDO MARINO: LA PARTE DEL OGRO 1999
    • LA PRIMAVERA DE LAS FOCAS DE WEDDEL 1996
    • EL ASTROLABIO EN TERRE ADELIE 1999
    • CAMILLE EN LA MONTAÑA 1996
    • UN VIAJE A AUSTRIA, VIENA, SALZBURGO 1995
    • CARTAS AUSTRALES 1993
  • Entrevista con el director
    Es 'Una amistad inolvidable' una forma de reencontrarse con su infancia en las montañas de Ain?

    De pequeño me pasaba la vida recorriendo el bosque. Cogía mi mochila, un palo y me lanzaba a la aventura. Cualquier excusa servía para internarme en la Naturaleza... las setas, las nueces, las moras, ver el Mont Blanc desde la cumbre de una montaña. Empecé a crear un mundo para mí solo, donde levantaba la cabeza y podía disfrutar mirando y escuchando cantar a los pájaros. ¡Un día me encontré con un zorro y treinta años después he hecho una película sobre ese encuentro!
    Todo empieza con una emoción muy sencilla: el encuentro con un animal salvaje, que va desarrollándose hasta tomar la forma de un cuento. Resulta difícil contarle a alguien que un acontecimiento tan banal como ese puede marcar a una persona para siempre.
    Hace mucho tiempo que quería contar ese encuentro que sigue increíblemente vivo en mi memoria. Y por fin llegó el momento de compartirlo, y mostrar el lugar donde crecí, las montañas de Ain.

    ¿Recuerda su primer encuentro con el zorro?

    Nunca podré olvidarme de ese momento. Era primavera, la estación de mis setas favoritas, las setas de San Jorge. Entre en un gran claro rodeado de abetos. El zorro no me había visto ya que estaba concentrado en cazar. Nunca había observado a ninguno durante tanto tiempo. Y sentí la incontrolable necesidad de acercarme a él. Cada paso que me acercaba a él era un triunfo. Cuanto más cerca estaba más miedo me daba que saliera corriendo. Lo recuerdo perfectamente. Aún hoy siento la misma emoción de aquel día. Se volvió y me miró con una intensidad que me estremeció y después desapareció. Esa es la primera escena de la película.

    Y tal y como se ve en la película, ¿se miraron a los ojos?

    Fue un momento en el que el tiempo pareció pararse. Me encantó ese momento de enorme tensión. ¿Por qué se quedó un momento a pocos pasos de mí? Tendría que haber salido corriendo. La regla se había roto, pero en el espacio de un segundo, se produjo un intercambio, una comunicación entre dos mundos, entre dos seres diferentes pero también similares.

    ¿Qué ocurrió después?

    Volví al día siguiente, y al otro... convencido de que estaría allí. Deseaba con todas mis fuerzas volver a encontrarlo. Pero no volví a verlo nunca, aunque tengo la sensación de que cada vez que recorro esa zona lo veo de nuevo.


    Le busqué sin descanso. Y esa búsqueda me llevó a lugares desconocidos, me obligó a separarme de los caminos trillados. Me permitió descubrir otros paisajes, adentrarme en lo desconocido. Siempre me ha gustado la idea de perderme cerca de casa, de dejarme llevar, de pensar que ese zorro se convertiría en el profesor de mis paseos por el bosque.

    ¿Y cómo se pasa de un recuerdo a una película?

    Después de 'El Viaje del Emperador' y del los campos helados del Antártico, quise contar algo que ocurrió al lado de mi casa, en los prados y en los bosques. Lo cierto es que no necesitamos ir muy lejos para maravillarnos, todo consiste en la forma de mirar.
    Llega un momento en que sientes la necesitad de compartir tus emociones. Soy padre de dos niñas pequeñas con las que suelo ir a pasear por esos paisajes montañosos. Intento transmitirles las placeres que brinda la Naturaleza: emocionarte con lo inesperado, tener curiosidad para adentrarte en un camino que encierra el principio de una historia.
    Tengo la sensación que hoy en día hemos olvidado la capacidad de maravillarnos. Hemos perdido esa conexión íntima con la Naturaleza. Es algo casi exótico para los urbanitas en los que nos hemos convertido. Tuve la suerte de crecer en un ambiente rural tradicional, de recorrer el mundo, de vivir en grandes ciudades y de explorar la Naturaleza desde un prisma científico. Hoy el cine me da la posibilidad de integrar todas esas experiencias y compartirlas con los demás.

Trailer: La calle de la amargura