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Notas de la directora
¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? POR DORIS DÖRRIE
¿Por qué sigo volviendo a Japón?? Este es la tercera película después de "Sabiduría garantizad" y "El pescador y su mujer", que he rodado, al menos en parte, en Japón. . Fui por primera vez a Japón hace más de 20 años. El Festival de Cine de Tokio me había invitado a presentar mi primer largometraje "Directo al corazón". Así que tropecé con este país igual que se tropieza con un sueño. Mi primera noche en Tokio, después de un viaje de casi 24 horas, me puse a vagar por las calles en un estado de confusión: el aire era húmedo, tropical, los farolillos chinos encima de los taxis deslumbraban y un aluvión de gente, vestida de negro pasaba a mi lado avanzando como un gigantesco banco de peces. No me atrevía a unirme a ellos y seguirles a pesar de que me gustaba la idea por estrafalaria que fuera. Tuve que pasarme tiempo en las salas de cine, pero lo que quería de verdad era explorar ese país extranjero. Así que le pedí a alguien que me escribiera un cartel con los caracteres en japonés de la palabra «Tokyo», Armada de mi cartel, me fui a la estación de tren llamada Shibuya y cogí un tren a Kamakura.
Después del corto trayecto en tren, paseé por los templos y los bosques de bambú. Estaba abrumada. Estaba segura de que había encontrado el paraíso. Seguí andando y andando. No podía leer una sola palabra, no podía hablar y también entendía nada de lo que oía. Pero eso no me desagradó. Me sentí invisible o camuflada, a pesar de que daba la nota, al ser rubia y alta y llevar un impermeable amarillo chillón. Tardé casi 10 años en volver a Japón. Fue en 1994, y viajé en compañía de mi hija pequeña.
Para disgusto de las personas que organizaban el viaje, insistí en alojarme en un hostal pequeño y tradicional típicamente japonés llamados «Minshukus», en los que se compartían los servicios. Allí fue donde descubrí las tradiciones del baño japonés y quedé fascinada con la parsimonia con la que hacían las cosas: hacer las camas en el Minshuku, bañarse, cocinar, el comportamiento de la gente, la forma en la que doblaban las cosas, la forma en la que una persona pasa a otra una tarjeta de crédito... todo se hacía con un esmero extrema y con un gran amor hacia todas las cosas, incluso en los detalles más ínfimos. Hay una palabra en japonés para expresar ese esmero extremo: Mono no aware. Hay multitud de traducciones de Mono no aware pero para mí, la que mejor capta el significado es: estar melancólicamente encantado y melancólicamente conmovido; cuando las cosas nos conmueven; y nuestro "yo" se funde con el mundo exterior. Puede que sólo sea una conciencia más aguda de la naturaleza fugaz de las cosas que nos hace disfrutar con más alegría de las cosas sencillas de la vida. Llamé a mi marido a Alemania desde una cabina de teléfono color de rosa y le dije cuánto me hubiera gustado que estuviera conmigo, que toda la familia estuviera allí...
Después de volver a Alemania volví a ver las películas de Yasujiro Ozu. Las había visto en el cine del colegio y me parecían demasiado lentas. Ahora comprendo que era demasiado joven y demasiado impaciente para comprender sus películas. Ahora comprendo ese amor tan especial que sienten los japoneses por todas las cosas y por la naturaleza fugaz que encierran - el mono no aware - y que reflejaban sus películas. Y ahora, el tema que fue el favorito de Ozu durante toda su vida también se ha convertido en el mío: la familia. Una y otra vez Ozu cuenta historias de familias, de la misma forma que Hokusai seguía dibujando sin descanso el Monte Fuji. Se trata de un intento de apresar un único y mismo tema. Tras la muerte de mi marido, que también había sido el director de fotografía de mis películas, estaba convencida que no podría volver a dirigir. Fue Werner Penzel, un amigo de mi marido, el que me convenció para que volviera a trabajar. Me aconsejó que saliera todos los días con una pequeña cámara de vídeo y me limitara a "observar", y sin haberlo planeado ni preparado, acabé rodado el documental "Augenblick".
La estructura de la cinta surgió al estar tan cerca del objeto observado. Lo que estaba observando empezó a hablarme y a apoderarse de mí. Este tipo de proceso era muy diferente al que yo solía utilizar, que consistía en trasladarme a una localización con un gran equipo, un guión totalmente cerrado y un plan de rodaje con el fin de crear una realidad de ficción, es decir recrear la realidad. La cámara de video amateur se convirtió en mi camuflaje: me convertí en una turista y me limitaba a quedarme quieta y mirar en vez de ir en búsqueda de imágenes para apoderarme de ellas. Ahora, dejar de controlar me parecía más interesante y más "bondadoso" que afirmar el control. Me pareció una forma más acertada de llegar al fondo de las cosas, encontrar cómo funciona la "vida" en realidad. Así que intenté realizar un largometraje aplicando esta nueva filosofía. Me inventé una historia de dos hermanos que viajan a un monasterio Zen Japón y que terminan perdiendo todo lo que conforma su identidad: familia, dinero y pasaportes.
Así que fuimos a "mi" Japón con un guión, que dejamos abierto a propósito, un pequeño equipo de sólo cinco personas, dos cámaras de vídeo pequeñas y dos actores. Me moví por el país de la misma forma que había hecho en mis dos últimos viajes. El abad de Sojiji, en el monasterio de Notto, que nos había concedido un permiso para rodar, parecía un poco desconcertado con nuestro proyecto. Pero, tal y como se exige en la filosofía Zen, sentía mucha curiosidad por nuestra "mente de principiantes". Llegó a amonestar a los monjes jóvenes porque se reían a carcajadas de nuestros intentos de cumplir con las reglas del monasterio. Yo, en particular, lo pasé muy mal siguiendo las estrictas reglas que tenían que cumplirse a rajatabla. Con paciencia, el abad me explicó la finalidad de esas reglas: observar con esmero las reglas permite al individuo recuperar la presencia divina. Se trata de hacerlo todo y en todo momento con la máxima entrega, descubrir el universo en las actividades más mundanas; en otras palabras, descubrir la presencia divina incluso en una bayeta para el polvo. Esta filosofía también puede aplicarse a la realización de películas. Trabajar siguiendo ese método fue una experiencia tan maravillosa que me hubiera gustado trabajar así siempre. No puede porque mis dos siguientes guiones no encajaban con la tecnología digital ni con un rodaje de tipo guerrillero. Rodé dos películas producidas de forma convencional: "Desnudos" y "El pescador y su mujer" en 35 mm con grandes equipos. Trabajar de esa forma no me permitía captar lo que estaba pasando alrededor de mí, y me volví impaciente. Quería encontrar una historia que se pudiese rodar de la misma forma que "Sabiduría garantizada". Una historia que pudiera convencer a los productores para que se rodara de esa forma. Una fuente de inspiración fundamental de "Cerezos en flor" fue "Cuentos de Tokio" de Ozu (1953), que retomaba la película americana "Dejad paso al mañana" de (1937) Leo McCarey. Una historia de Occidente que viaja a Oriente y de Oriente a Occidente. Me inspiré en el argumento de la película de Ozu y seguí el hilo para desarrollar la historia de un padre viudo que viaja de Alemania a Japón, el mundo de Ozu, donde conoce a YU, una joven bailarina de Butoh que se interesa por él, a pesar de que no hablan la misma lengua.
¿Qué es Butoh? Al igual que en el Zen y mono no aware, es difícil expresar con palabras el significado de Butoh. No descubrí el Butoh en Japón. Lo descubrí una noche en la televisión. Estaba viendo un documental de Peter Sempel en ARTE sobre Kazuo Ono, el famoso bailarín de Butoh. El Butoh surgió en los años sesenta como una mezcla de cultura hippie japonesa y la danza expresionista alemana. El Butoh trata de atrapar la luz y la sombra, el nacimiento y la muerte, la conciencia de ser y la interrupción de la existencia. La alegría se convierte en dolor antes de volver a convertirse en alegría. Ver a Kazuo Ono me pareció fascinante: vestido con ropas de mujer, sosteniendo una flor en la mano, bailaba a cámara lenta. No hacía mucho más. No era una función de pantomima ni tampoco un intento de interpretar a una mujer, sino algo distinto, algo que nunca había visto antes: era el retrato visual de la presencia de los muertos en el interior de cada uno de nosotros. Empecé a buscar a alguien que enseñase Butoh en Alemania y, a través de Internet, encontré al mundialmente conocido bailarín de Butoh, Tadashi Endo. Vivía y enseñaba en Göttingen. Me inscribí en uno de sus talleres y la primera tarea que me dio Tadashi fue limpiar el suelo de la forma que me habían enseñado en el monasterio de Notto. La historia de "Cerezos en flor" también empiece con Tadashi enseñando el vínculo que existe con nuestros ancestros en todos nuestros movimientos.
En cierto momento me dijo que los muertos sueñan con nosotros, y esas palabras se han convertido en un "hilo conductor" para mí. Porque, si los muertos sueñan con nosotros, entonces es posible que todas las señales de fugacidad son sólo pequeñas postales que nos envían los muertos. El cerezo en flor, por ejemplo, tiene una larga tradición en la cultura japonesa como símbolo de la fugacidad. ¡Pero nunca había estado en Japón cuando florecen los cerezos! Así que en marzo de 2006 emprendí viaje para ver los cerezos en flor y el Monte Fuji, al que los japoneses llaman cariñosamente Fuji-san o Sr. Fuji. Cuando por fin pude ver al "Sr. Fuji", me quedé sin habla. Parecía sobrenatural. No podía creer lo que estaba viendo. Parecía salido de una composición de Photoshop. La cumbre era blanquísima, el cielo azulísimo. En la falda, encontré un hostal muy parecido al establecimiento en el que me alojé diez años antes con mi hija pequeña. Otra localización de rodaje. Encontré un crematorio con vistas al Monte Fuji. . Tomé nota en mi cabeza del lugar, a pesar de que no sabía que quería incorporarlo a la historia. Lo que sí estaba claro es que los cerezos en flor tenían que estar en la película. Había que captar su fugacidad, pero también como una contradicción, como un desafío. Poco a poco, esos fenómenos naturales, tan difíciles de captar, se acumularon: los cerezos florecidos, y una vista clara del Monte Fuji y Allgäu, esos eran los puntos de partida de la historia. Quería incorporar la región alemana de Allgäu que había sido mi hogar en los últimos 18 años y que me encantaba, sobre todo en mayo, cuando los dientes de león florecen delante de los nevados Alpes. . Además, también quería que parte de la historia se desarrollara en Berlín y otra parte en el Mar Báltico: Berlín porque es el polo opuesto de Allgäu, y el Mar Báltico por la increíble luz sobre el agua. El recorrido de película ya estaba claro para mí: empezaría en Allgäu, seguiría en Berlín, luego al Mar Báltico y regreso a Allgäu, desde donde nos dirigiríamos a Tokio para terminar en el Monte Fuji. También sabía que ningún productor del mundo aceptaría tantos elementos imprevisibles en una sola película salvo que encontrara una forma de rodar la película que no sólo permitiese todos los imprevistos sino que estos mismos imprevistos formaran parte de la historia. Y yo ya tenía la fórmula mágica: un equipo reducido y tecnología digital.
Desde "Sabiduría garantizada" ha llovido mucho: ahora estamos en la tecnología HDTV de alta resolución que no sólo llega en unidades compactas y que se transportan con facilidad, sino que también que también es excelente en términos de enfoque y resolución. Molly von Fürstenberg, con la que he trabajado en mis primeras películas, y todos los de su productora, Olga Film, estaban intrigados con la historia. Patrick Zorer y Ruth Stadler son dos productores ejecutivos con los que me ha encantado trabajar en esta forma tan original y libre de rodar y no se asustaron de todos esos caprichos de diva como cerezos en flor, dientes de león y montañas. Pero no sólo se necesitan productores flexibles muy rodados en este tipo de películas, también se necesitan actores valientes dispuestos a arriesgarse. En un rodaje como éste los actores no pueden tener las cosas a las que están acostumbrados como caravanas de lujo, catering, un sinfín de ayudantes y muchas pausas. De hecho, en este tipo de producciones, cada día de rodaje trae un imprevisto que viene a destrozar los planes. Elmar Wepper es un verdadero milagro para mí. No le tiene miedo a nada y es un actor dedicado en cuerpo y alma a su profesión. Tiene un gran corazón y un talento descomunal. Y además de todo eso, es imperturbable. El primer día de rodaje, a las 24 horas de llegar a Japón, tuvo que montarse en trenes de metro atestados sin ni siquiera sabe dónde iba y si sabría volver. Tres días después, el Monte Fuji decidió, de forma inesperada, hacer acto de presencia, aunque de forma breve. El hombre del tiempo predijo que esa vista tan clara no iba a durar mucho, como mucho un día. Así que teníamos que aprovecharlo para rodar lo antes posible la escena de Elmar, una escena de danza Butoh. Así que él y Hannelore Elsner, que acababa de aterrizar, madrugaron mucho al día siguiente. A las cuatro de la mañana, Tadashi y yo los maquillamos en el vestíbulo del hotel antes de que se pusieran a bailar en pijama con temperaturas gélidas, a los pies del Monte Fuji. Al ver ahora la escena y sabiendo lo que pasó, la profesionalidad de estos dos actores me parece extraordinaria. Siempre están dispuestos y preparados. ¡Ese era el espíritu que buscaba! Justo lo que hubiera deseado el abad de Sojiji.
Hanno Lentz, mi Director de Fotografía, no intentó nunca imitar la tecnología analógica en la digital que estábamos utilizando. Por el contrario, aprovecho sus ventajas y sus inconvenientes. Además, era evidente que disfrutaba con lo inesperado, aunque siempre cumpliendo con los patrones estéticos que habíamos definido al principio. Así que nos pegamos al guión y a nuestras ideas visuales, aunque también dejamos que el flujo de imágenes "reales" afectara a la historia y nos ayudara a contarla. Para nosotros, esta mezcla de realidad y ficción era algo extraordinario. Es como si la línea que separa estar despierto y estar dormido se hubiese difuminado y no supiéramos bien dónde estábamos. Pero lo cierto es que siempre nos sentimos muy cerca de la esencia, impregnados con una maravillosa y conmovedora melancolía. Puede que fuera 'mono no aware'.
QUIZAS. GRACIAS A TODOS. DOMO ARIGATO.
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Biofilmografía de la directora
DORIS DÖRRIE / GUIONISTA Y DIRECTORA
Doris Dörrie es una artista excepcional. Es la única directora femenina de Alemania que ha dirigido repetidamente largometrajes de éxito durante un periodo de 20 años. Películas como "Hombres, hombres", "Yo y él", "Nadie me quiere", "¿Soy guapa?", "Desnudos" y "El pescador y su mujer", por nombrar sólo algunas, no sólo han tenido un gran éxito comercial, sino que también han sido bien recibidas por la crítica y se han llevado numerosos premios. Pero no sólo sus largometrajes llevan su inconfundible sello. También ha rodado varios documentales; su último estreno en 2006 fue "How to Cook your Life", y sigue realizando producciones de ópera como "Cosi Fan Tutte" (Staatsoper Berlin 2001), "Turandot" (2003), "Rigoletto" (2004/2005 Münchner Staatsoper), "Madame Butterfly" (Münchner Staatstheater 2005) y "La Finta Giardiniera" (Salzburger Festspiele 2006). Nació en 1955 en Hanover y estudió latín y griego en el instituto. Tras graduarse se fue a los Estados Unidos, donde estudió arte dramático, filosofía y psicología entre 1973 y 1975. Tras regresar a Alemania estudió cine en la Hochschule für Fernsehen und Film de Munich. Su película de fin de carrera "Der Erste Walzer" fue muy bien recibida en los Festivales de Cine de Hof y de Lübeck. Entre 1978 y 1981 escribió críticas cinematográficas para el Süddeutsche Zeitung y grabó varios documentales, así como una película infantil para el Bayerische Rundfunk.
En 1983 dirigió su primer largometraje, "Directo al corazón", que se proyectó en los Festivales de Cine de Venecia y de Tokio. Un año más tarde estrenó la película "Hombres, hombres". Esta encantadora comedia fue un gran éxito de taquilla en Alemania en 1986, con 6 millones de espectadores, y también tuvo bastante éxito a nivel internacional. Cuando Doris Dörrie no está dirigiendo películas, da clases de escritura de guiones en la HFF de Munich, y escribe novelas y relatos, que han sido publicadas con gran éxito. Escribió su primera colección de relatos "Liebe, Schmerz, und das ganze verdammte Zeug" en 1986. A esa colección le siguió "Was wollen Sie von mir" en 1988, "Der Mann meiner Träume" y "Für immer und ewig" en 1991, "Samara" en 1996 y en 1998, "Am I Beautiful?", una colección de 17 historias cortas relacionadas entre sí en las que se basa su película del mismo nombre. Tras recibir varios premios literarios por sus relatos, publicó su primera novela, "Was machen wir jetzt?" y "Enlightenment Guaranteed" en 2000. La película de Doris Dörrie "Desnudos" está basada en su novela "Happy", que se publicó en 2001.
Su siguiente novela, "Das blaue Kleid", estuvo en la lista de bestsellers del semanal SPIEGEL durante varias semanas en el año 2002, y le valió el "Deutsche Buchpreis". También ha publicado siete libros infantiles, y el periódico semanal DIE ZEIT se refirió a ella como una de las mejores narradoras de la literatura alemana contemporánea. Recientemente ha aparecido en las librerías alemanas su última novela, "Und was wird aus mir", una historia sobre carreras profesionales, personas y amor en la industria de los sueños de Hollywood.
FILMOGRAFÍA (SELECCIÓN)
2007 HOW TO COOK YOUR LIFE
2005 EL PESCADOR Y SU MUJER
2002 DESNUDOS
2000 SABIDURÍA GARANTIZADA
1998 ¿SOY GUAPA?
1994 NADIE ME QUIERE
1992 ¡FELIZ CUMPLEAÑOS, TURCO!
1989 DINERO
1988 YO Y ÉL
1986 PARAÍSO 1985 HOMBRES, HOMBRES
1984 DENTRO DE LA BALLENA
1983 DIRECTO AL CORAZÓN
PREMIOS (SELECCIÓN)
2005 Premio Pro meritis scientiae et litterarum (junto con Vicco von Bülow)
2003 Premio del Libro Alemán porr "DAS BLAUE KLEID" (Novela)
Premio del Cine Alemán (plata) por "DESNUDOS"
2000 Cruz de Bavaria al Mérito,
Premio del Cine Bávaro por "SABIDURÍA GARANTIZADA"
1999 Premio DIVA
1996 Cruz Federal del Mérito de Alemania
1995 Premio del Cine Alemán (plata) por "NADIE ME QUIERE"
1986 2 Premios del Cine Alemán a la Mejor Dirección (plata) y al Mejor Guión (oro) por "HOMBRES, HOMBRES"
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Danza Butoh
ELMAR WEPPER sobre LA DANZA BOTOH
Esta película se rodó en las atestadas calles de Tokio. ¿La gente se le quedaba mirando? Después de todo vestía una falda y un collar azul y en alguna ocasión bailaba Butoh debajo de los cerezos en flor.
Doris Dörrie me dijo que no me preocupara porque la gente de Tokio are aún más permisiva que la de Nueva York. . Además, la principal regla de conducta por la que se guía la gente en Japón es no poner nervioso a nadie. Así que nadie me miraba a pesar de que llevaba un jersey de lana, un collar de perlas y una falda. Ni siquiera cuando estaba bailando. Por cierto, debo añadir que Tadashi Endo, nuestro profesor de Butoh, era maravilloso. Butoh no es una danza en el sentido del ballet clásico. El Butoh es una danza con sombras. En el Butoh no se dice cómo hay que expresar la alegría. Todo el mundo tiene su propio "Butoh", su forma de moverse. El Butoh está más allá de los movimientos básicos, es más que danza y movimiento.
DANZA BUTOH / DANZA DE LOS SENTIDOS
"El Butoh no es una composición lineal, es una forma sintética de mover el cuerpo, pero que explora las profundidades más aterradoras del cuerpo humano". (Tatsumi Hijikata). Rudi (Elmar Wepper) no llega a conocer de verdad a su mujer, Trudi (Hannelore Elsner) hasta que muere. Sólo entonces empieza a comprenderla a través de la danza que tanto le gustaba: el Butoh. El Butoh es una danza que fluctúa entre la elegancia de la meditación a lo grotesco. Tiene poco que ver con la danza tradicional japonesa, a pesar de que algunos de sus elementos interpretativos pueden sugerirlo aunque equivocadamente.
El Butoh se inspira en diversos tipos de baile y formas de expresión como el Nÿ, el flamenco y la capoeira, pero es el bailarín o la bailarina los que, con su imaginación, crean la técnica de la danza. El Butoh es una forma contemporánea de la danza expresionista con raíces en el Japón posterior a la Segunda Guerra Mundial. Tatsumi Hijikata (1 928-1 986), bailarín y escritor y una figura central de la vanguardia japonesa de los años sesenta y setenta, había estudiado danza expresionista moderna y alemana pero, en 1965, rompió con todas las formas convencionales de la danza con el fin de desarrollar una nueva danza japonesa contemporánea que llamó Ankoku Butoh (la danza de la oscuridad). Dejaron de considerar el cuerpo del bailarín como un instrumento abstracto o una herramienta para la figuración estética, y se convirtió en una herramienta para ahondar en las capas más profundas, oscuras e impenetrables del cuerpo que han ido dejando su huella. Los bailarines sacan a la luz esas huellas inconscientes sirviéndose de técnicas que liberan el control consciente que ejerce la mente sobre el cuerpo. El intérprete de Butoh más conocido internacionalmente es Kazuo Ono (*1907), para el que Tadashi Endo bailó en Tokio en 2007 para celebrar sus 100 años de vida.
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Reparto
ELMAR WEPPER sobre RUDI
Rudi trabaja en una oficina. Es funcionario en el Departamento de Gestión de Residuos. Está casado y vive una vida normal. No le gustan los cambios. No es una persona especialmente feliz pero cree que ha tenido suerte en la vida. Tiene a Trudi y a los niños y todos tienen salud. Rudi insiste en que lo mejor de la vida está por llegar. Pero no sabe disfrutar del momento. Está fascinado con su mujer. La compara con un tigre. Tiene todas las cualidades que él no tiene. Cuando era joven quiso ser bailarina y se trasladó a Japón. Pero cuando se casó con él abandonó sus sueños. Se mudaron a la pequeña ciudad de Schongau, donde tuvieron a sus hijos. Rudi está satisfecho con su vida. Pero después de la repentina e inesperada muerte de su mujer Trudi, se siente desamparado y perdido. No sabe qué hacer y sus hijos no le ayudan mucho. Por primera vez, se siente culpable de que su mujer no pudiera cumplir sus sueños. Por eso emprende viaje a Japón, para seguir el sueño de Trudi.
BIOGRAFÍA
Elmar Wepper nació en 1944 en Augsburg. En 1957 se puso por primera vez frente a una cámara. Un año después, a los 14, hizo su primer papel en el teatro. Fue en "Die kleine Freiheit" en Munich y ya tenía cierta experiencia en obras de teatro que se emitían por la radio. Después del instituto estudió arte dramático y literatura alemana. En 1990, él y Uschi Glas recibieron el Premio Silber Bambi, tras ser votados la pareja más querida de la televisión alemana. Desde los años 1970 ha considerado una brillante carrera de actor.
Hay que destacar su éxito en series de televisión como "Polizeiinspektion 1" y "Zwei Münchner in Hamburg", aunque los telespectadores también le conocen por sus trabajos en telefims como "Die Sturmflut" (Director: Jorgo Papavassiliou), varios episodios de "Tarort" (ARD), y diferentes capítulos de "Zwei Brüder" (ZDF). Entre sus créditos en el cine hay que destacar: "Lammbock" (Director: Christian Zübert) y "El pescador y su mujer", su primera colaboración con Doris Dörrie.
HANNELORE sobre TRUDI
Trudi se siente a la vez libre y enjaulada. Ha decidido vivir la vida que tiene ahora en la maravillosa Bavaria rural, la región de Allgäu. Tenía tres hijos y estaba totalmente entregada a esta vida, como manda la tradición Butoh. Puede que a veces echara de menos ciertas cosas, pero lo mismo que les ocurre a muchas otras personas. En estas historias, Doris Dörrie habla del amor y del dolor que se encierra en todas las familias, en todos los matrimonios, en todos los tipos de amor. Repulsión y atracción. Los miembros de una familia pueden comportarse de forma bastante mezquina y desagradable entre ellos, a pesar de que sienten un amor indestructible que les mantiene unidos. A veces, tras la muerte de un ser querido es cuando nos damos cuenta de lo que hemos perdido. Trudi es al mismo tiempo una mujer muy fuerte y muy dulce. Se ha comprometido con Rudi y se siente muy orgullosa. Me recuerda a mi abuela bávara, que fue toda su vida la esposa de un granjero. Tuvo una vida difícil y cuidó mucho tiempo de mi abuelo. Era una mujer fuerte y sencilla. Trudi también es una mujer sencilla, pero a la vez generosa.
Ha aprendido Butoh para interpretar este papel. Lleva toda una vida aprender Butoh. Tadashi Endo o Kazuo Ono también lo dijeron: lleva una vida entera. Es un mundo nuevo. Imaginas una flor y te fundes con la flor. Es como los niños pequeños que cuando juegan con cochecitos creen que están conduciéndolos de verdad. Así es el Butoh. Con el Butoh estás dentro y fuera al mismo tiempo.
Hay una escena de la película en la que baila con Elmar Wepper en la falda del Monte Fuji a primeras horas de la mañana. ¿Tardó mucho en preparar la escena? La noche anterior a la última escena no pude dormir. Teníamos que levantarnos a las tres de la mañana. Tadashi Endo maquilló a Elmar que tenía que llevar la cara blanca, y después nos fuimos fuera a bailar al amanecer delante del Monte Fuji. Hacía muchísimo frío. . Pero lo hicimos. No ensayamos mucho. Al fondo, el Monte Fuji ofrecía un panorama maravilloso, con su cumbre nevada. La zona que rodea el Monte Fuji está muy americanizada y es muy turística. Pero tuvimos suerte ya que si formas parte del equipo de rodaje de una película tienes el privilegio de conocer el país de forma diferente a la de un turista. Antes de que empezara el rodaje, Doris Dörrie organizó para nosotros una ceremonia con un maestro Zen. Fue una ceremonia de "buena suerte". Parece que ese tipo de ceremonias se celebran siempre antes de un rodaje en Japón. .
En esta película no lleva maquillaje, tiene el pelo gris y su ropa no es especialmente bonita. Ninguno de nosotros llevaba maquillaje. Doris Dörrie quería ir más allá del aspecto exterior. No llevo ni una pizca de maquillaje. Nada. La misma Doris Dörrie llevaba el pelo gris. Pero a Trudi no le importa envejecer. En ella se aprecian las diferentes etapas y edades: la infancia, la juventud... se puede admirar su belleza, todo... se ve todo porque es una persona transparente.
BIOGRAFÍA
Hannelore Elsner ha cautivado al público durante décadas con sus dotes interpretativas, y también ha inspirado a autores y directores para crear nuevas obras maestras. Es imposible catalogarla o encasillarla en un tipo de papel, y cuando los críticos afirman que ha realizado la interpretación de su vida, supera ese logro con uno aún mayor.
Es especialmente brillante en los papeles que han sido específicamente escritos para ella, entre los que se encuentran los papeles de las películas: "Mi última película" de Oliver Hirschbiegel, "Ningún sitio adonde ir", de Oskar Roehler, y "El juego de Zucker", de Dani Levy. En 2006, recibió críticas muy halagadoras por su papel en la aclamada película de Jo Baier "No todos fueron asesinos", sobre la vida de Michael Degen. Pero Hannelore Elsner resulta tan atractiva fuera de la pantalla como dentro de ella, ya que apoya numerosas causas y colabora con diferentes organizaciones benéficas. Es miembro del Fritz Bauer Institut e. V., un centro de estudio y documentación sobre la historia del Holocausto; es agente del AIDS-Stiftung alemán; y es portavoz de Karuna e.V, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a niños discapacitados. Ha sido galardonada con todos los premios de cine y televisión más codiciados, incluido el Grimme-Preis, el Premio de Cine Alemán, El Deutsche Kritikerpreis, el Bambi, el Telestar, el Goldene Kamera y el Premio de Cine Bávaro. También ha recibido diversos premios en festivales de cine internacionales, como el de Montecarlo, Chicago y Estambul, donde recibió el premio a la Mejor Actriz.
FILMOGRAFÍA (SELECCIÓN)
2008 INSOMNI, Director: Pascal Cané
2007 EL HERMANO DE JAKOB, Director: Daniel Walta
2007 VIVE, Director: Angelina Maccarone
2005 SEÑALES DE HUMO, Director: Rudolf Thome
ME HAS DICHO QUE ME QUIERES, Director: Rudolf Thome
2004 EL JUEGO DE ZUCKER, Director: Dani Levy
2003 LA MUJER CONDUCE, EL HOMBRE DUERME, Director: Rudolf Thome
2002 ROJO Y AZUL, Director: Rudolf Thome
MI ÚLTIMA PELÍCULA, Director: Oliver Hirschbiegel
2000 NINGÚN SITIOADONDE IR, Director: Oskar Roehler
1999 EL LLANTO DE LA MARIPOSA, Director: Frank Strecker
1978 EL SASTRE DE ULM, Director: Edgar Reitz
FRANZI
Nadja Uhl nació en 1972 en Stralsund. . Cursó estudios de Música y Teatro en la escuela "Felix Mendelssohn-Bartholdy" de la universidad de Leipzig, e inició su carrera en el Teatro Hans Otto de Potsdam. En 2000, atrajo la atención del público internacional en el largometraje de Volker Schlöndorff "La leyenda de Rita". En la película, interpretaba a una trabajadora de la antigua Alemania Oriental que de forma callada pero constante, se rebela contra el rígido sistema de la República Democrática de Alemania. Por su interpretación recibió el Oso de Plata de Berlín a la Mejor Actriz, y en los Premios del Cine Alemán fue nominada a Mejor Actriz de Reparto. En 2002, interpretó el papel protagonista femenino en la película de Ben Sombogaart "Gemelas", una adaptación del best seller alemán del mismo nombre. La película estuvo nominada en 2004 a los Premios de la Academia® en la categoría de Mejor Película Extranjera. En 2006, Nadja Uhl protagonizó "La tormenta del siglo", una miniserie sobre las inundaciones de Hamburgo acaecidas en 1962. La producción de RTL se convirtió en el evento televisivo de mayor éxito en la historia de la televisión alemana hasta este momento. Más adelante, estuvo grandiosa en el largometraje de Andreas Dresen "Un verano en Berlín", película por la que recibió una nominación a los Premios del Cine Alemán en 2006 a la categoría de Mejor Actriz Protagonista. Recientemente ha trabajado en la película de Uli Edel "El complejo Baader-Meinhof".
KARL
Maximilian Brückner nació en 1979 en Riedering y estudió en la conocida Otto-Falckenberg-Schule de Munich. Después de finalizar sus estudios se unió al Münchner Volkstheater. En 2003 logró hacerse un hueco tanto en el cine como en la televisión. Desde entonces ha participado en numerosas producciones y ha interpretado el papel de Mammon en "Jedermann" en el Salzburger Festspiele. En 2006 sustituyó a Jochen Senf en el papel del detective Franz Kappl en la serie de televisión "Tatort", que se emitió durante varios años en la Saarländische Rundfunk. En 2006 fue nominado al Premio Adolf-Grimme en la categoría "Spezial" como mejor actor revelación por su interpretación en la película de 2005 "Papá y Mamá" (Director: Dieter Wedel) y por el episodio de "Tatort", "Der Tod auf der Walz" (Director: Martin Enlen). En 2007, Maximilian Brückner fue nombrado Estrella Alemana del Cine Europeo.
KAROLIN
Birgit Minichmayr nació en 1977 en la ciudad austriaca de Linz. Mientras estudiaba interpretación en el Max-Reinhardt-Seminar de Viena, se incorporó al Burgtheater de Viena, donde realizó su debut teatral en 1999 con la obra de Schnitzler "El caso Reigen". Recibió su primer reconocimiento teatral al ser galardonada con el Nestroy Theaterpreis en 2000 en la categoría de Mejor Actriz Revelación por su papel en "Der Färber und sein Zwillingsbruder" en el Burgtheater de Viena. Birgit Minichmayr fue una de las Estrellas Revelación del Festival de Berlín de en 2001, y 2004, volvió a ser galardonada con el Nestroy Theaterpreis, esta vez en la categoría de Mejor Actriz por su papel de Medea en "Das goldene Vlies" en el Burgtheater de Viena. En 2006 interpretó a la madre del protagonista, Jean-Baptiste Grenouille, en la obra de teatro de época de Tom Tykwer "El perfume: historia de un asesino", basada en el bestseller del mismo nombre de Patrick Süskind.
KLAUS
Felix Eitner nació en 1967 en Friburgo de Brisgovia y sólo tenía 14 años cuando se colocó por primera vez delante de la cámara para la serie infantil "Schau ins Land". Más adelante estudió arte dramático en la Folkwang-Hochschule de Essen, en la Otto Falckenberg-Schule de Munich y el École de Théatre Jacques Lecoq de París. Tras finalizar sus estudios perfeccionó sus dotes como actor en los escenarios de varios teatros muy reconocidos de Munich, Constanza, Zurich, Berna y Basilea. . Junto con Rainer Matsutani, llamó la atención del público en "Sobre mi cadáver" (1995), lo que le abrió muchas puertas para interpretar diferentes papeles en producciones televisivas. Por su interpretación en la película de Friedemann Fromm "Brüder auf Leben und Tod", Felix recibió el Max-Ophüls-Preis al Mejor Actor Revelación en 2005. Ese mismo año participó en la miniserie de tres capítulos "Die Patriarchin" (Director: Carlo Rola) y recibió el premio del público, el Premio Bambi, por su trabajo en el largometraje de Xaver Schwarzenberger "Margarete Steiff".
EMMA
Floriane Daniel nació en 1971 en Berlín y es la mayor de siete hermanos. Asistió a colegios de Waldorf y tuvo la oportunidad de participar en varias producciones teatrales a gran escala. Pronto decidió dedicarse a la interoretación. Realizó sus estudios en el "Bühnenstudio der darstellenden Künste" de Hamburgo. Varias producciones teatrales y televisivas después, realizó su debut en el cine con la película de Tom Tykwer "Soñadores", y desde entonces ha participado en numerosas producciones cinematográficas y televisivas. Como actriz, representa a una nueva generación de mujeres seguras de sí mismas, y combina su encanto evidente con una gran naturalidad.